El índice de Trata y Tráfico
de personas en Bolivia se incrementó en un 92,2 por ciento en los últimos 10
años. El 70 por ciento de las víctimas son niños, niñas, adolescentes y mujeres
jóvenes de 12 a 22 años de edad.
Según un estudio realizado
por la Organización de los Estados Americanos (OEA) señala que Bolivia es uno
de los cinco países de Sudamérica con más casos de Trata y Tráfico de Personas.
En la presente gestión,
hasta el mes de junio se tuvo conocimiento de 94 casos de trata de personas en
Bolivia, del cual un gran número de las denuncias provienen de los
departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, dio a conocer el Centro de
Capacitación y Servicio para la Mujer, (Cecasem), poniendo así a estos entre
las jurisdicciones que mayor trabajo necesitan en el tema.
Con el objetivo de perseguir
y sancionar este tipo de actos en la sociedad boliviana, la Comisión de
Derechos Humanos de la Cámara Diputados socializa un proyecto de ley denominado
"Ley Integral contra la Trata y Tráfico de Personas", el cual
pretende ser aprobado en el próximo mes de agosto.
Entre las principales
características de esta norma se encuentra el de proteger la vida, la
integridad física, psicológica de las personas. Permitirá también penar
aquellos delitos que derivan de la trata como la servidumbre, esclavitud y pornografía.
Por otro lado, establece la incorporación de agentes encubiertos para descubrir
redes de proxenetas.
La ley en Bolivia sanciona
este delito con una pena privativa de libertad de 8 a 12 años, el que mediante
engaño, coacción, amenaza, o uso de la fuerza prive la libertad de seres
humanos.
La trata y tráfico es un
problema mundial, no sólo de Bolivia, porque la explotación sexual se ha
convertido en el tercer negocio más rentable a nivel mundial.
Se calcula que al año unos
15.000 niños, niñas y adolescentes bolivianos salen por las fronteras de
Bermejo, Yacuiba y Villazón sin permiso de sus padres. Se desconoce cuántos van
al Perú y a otros países limítrofes, expuestos a ser víctimas de las redes de
trata y tráfico de personas.
A nivel internacional una de
las causas principales para la trata y tráfico de las personas es la económica
porque después del tráfico de armas y estupefacientes, el tráfico de seres
humanos es el negocio millonario más grande del mundo, no solo por la
explotación sexual, explotación laboral sino por el tráfico de órganos.
Bolivia arroja índices muy
alarmantes en cuanto a la explotación laboral y sexual, pues el negocio de la
trata y tráfico de personas se ha convertido en el tercero más lucrativo, luego
del narcotráfico y del negocio ilícito de armas.
La prostitución, el
proxenetismo y la pedofilia, son algunas de las figuras que se encuentran
dentro de la trata y el tráfico de personas, un mal que afecta a la sociedad en
su conjunto, considerando que estas acciones ilegales no diferencian clases
sociales, razas, ni edad.
Hasta ahora, el delito de
trata y tráfico de personas tiene muy pocos sancionados. En contraste, a diario
se reporta la desaparición de adolescentes, la mayoría mujeres, captadas por
redes de trata y tráfico de personas, ya sea con fines de explotación laboral o
sexual. Bolivia no cuenta con una base de datos sobre la cantidad de
desaparecidos. En Cochabamba, cada institución que trabaja en defensa de los
derechos de la niñez y adolescencia cuenta con su lista de desaparecidos y no
hay una información única, ni se sabe exactamente cuántos de los extraviados
son encontrados.
La trata y el tráfico de
personas, en Bolivia, no solo se ha incrementado notoriamente en los últimos
años, sino que es un tema que empaña la imagen internacional de nuestro País,
puesto que es tipificado como un país de origen, tránsito y destino de decenas
de mujeres, y quizás hombres, víctimas de estos delitos. A la vez, esta
situación la hace mucho más vulnerable a los ojos de los traficantes de seres
humanos, puesto que conocen la fragilidad de nuestros controles migratorios.