Descolonizar
otra historia
No nos mueve el odio o el deseo
de escribir una historia diferente, nos mueve la necesidad de conocerla
La Razón / Gustavo Rodríguez
00:17 / 22 de junio de 2012
Las dictaduras militares de fines
de los 60’ y los 70’ dejaron un tendal de muertes, torturas y desapariciones,
cuyas secuelas aún no se apagan. Una vez restituida la democracia, los
gobiernos, muchos de ellos de izquierda, tuvieron que afrontar aquella herencia
que no habían contribuido a gestar, pero que estaba presente golpeando la vida
de miles de personas.
Unos tomaron el camino del
olvido, como Uruguay, que votó en un referéndum una ley de Punto Final. Las
iniciativas recientes del gobernarte Frente Amplio de modificarla naufragaron
en el Parlamento. Lo paradójico del caso es que el presidente Pepe Mujica fue
una víctima de la represión. Durante años fue encerrado en un húmedo pozo, sin
luz ni comunicación. Dilma Rousseff, la mandataria brasileña, fue también
víctima de torturas, cuando cayó presa por luchar con las armas contra el
régimen militar, incluyendo un simulacro de fusilamiento. Anulando en los
hechos la Ley de Amnistía de 1979, ella creó recientemente una Comisión de la
Verdad para investigar atentados contra los derechos humanos entre 1946 y 1988.
En Chile, los pactos de salida entre civiles y militares, que facilitaron la
transición hacia la democracia, continúan pesando. Aunque las tareas de la
Comisión Retting y la Comisión Vallech han permitido esclarecer la suerte de
centenas de caídos durante la dictadura de Pinochet. El Museo de la Memoria,
recuerda, por su parte, su lucha y su trágica muerte, incluyendo la de
bolivianos como Chichi Ríos e Ignacio Soto. En ese plano, Néstor Kirchner y luego
Cristina Fernández, mandatarios de un país donde la Doctrina de la Seguridad
Nacional y la dictadura devastó sistemáticamente a toda una generación, han
emprendido una vía sin retorno por la Verdad, la Justicia y la Memoria,
colocando estos objetivos en el corazón de su política, concordante con los
deseos de organismos de Derechos Humanos.
Este 26 de junio, que se celebra
el Día Internacional de apoyo a las víctimas de la tortura, debiera ser una
oportunidad para que en Bolivia se reflexione, desde el poder y la sociedad
civil, sobre una historia escondida. Es cierto que las generaciones que
enfrentaron a los regímenes represivos luchaban por convicción, en pos de una
sociedad mejor. No esperaban, al jugar sus vidas, recompensas ni honores. Pero
no es menos cierto que la muerte y la tortura dejaron marcas que el tiempo no
apaga, pues los sueños se trocaron en pesadillas en las cárceles: familias
destruidas, daños psicológicos y cuerpos dañados para siempre.
En el sendero de reparar las
heridas sufridas por luchadores y luchadoras sociales hemos avanzado, pero no
lo suficiente, y sin la convicción ni los procedimientos técnicos y humanos
necesarios para tratar situaciones delicadas que ameritan respeto y tratamiento
especializado. Se han restituido, por ejemplo, una decena de restos de los
caídos en la guerrilla de Teoponte, pero aún falta a los menos otros tantos.
Los restos de Marcelo Quiroga y Carlos Flores aún no se hallan, como de
militantes revolucionarios ejecutados en la cárcel de Achocalla y ciudadanos
caídos bajos las balas en los golpes de Alberto Natusch y Luis García Meza. No
se conoce qué destino tuvieron, mientras sus familias aguardan y sufren. La
descolonización de la historia también debe llegar hasta ellos; debe decirse a
las nuevas generaciones por qué lucharon, sufrieron y murieron. Las palabras de
Rousseff marcan una ruta que debiéramos recorrer: “No nos mueve el revanchismo
o el odio o el deseo de escribir una historia diferente de lo que aconteció,
nos mueve la necesidad imperiosa de conocerla”.
ANÁLISIS
IDEA PRINCIPAL: Las Dictaduras Militares
IDEA SECUNDARIA: La Democracia
ESTILO: Su estilo es preciso e
identifica al autor, que trata de mostrar la verasidad de estos sucesos ante la
sociedad que lo contempla.
ARGUMENTOS:
·
Los miles de muertos que dejaron las dictaduras
militares de finales de los 60’ y 70’, acompañados de continuos enfrentamientos
y torturas.
·
La anulación de los hechos la Ley de Amnistía de
1979, donde existen represarías contra el régimen militar.
·
Los pactos de salida entre civiles y militares que
facilito la transición hacia la democracia.
·
La trágica muerte de los bolivianos de Chichi Ríos
e Ignacio Soto durante la dictadura de Pinochet.
·
26 de Junio, se recuerda el Día Internacional de
apoyo a las víctimas de tortura.
·
La lucha por una sociedad justa no esperaba
honores, sino soluciones.
·
La falta de investigación sobre el paradero de los
restos de Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Esta
columna presenta toda la veracidad en sus argumentos, puesto que no existe ningún
argumento falso comprobado, puesto que todos los hechos presentados en el texto
son sucesos reales y concisos.
Página 7
Meridiano Fernando Molina
Un dúo contra el microcrédito
En un artículo publicado hace
poco en Ideas, Enrique Velazco se complace en el “perverso placer de poder
decir ‘te lo dije’”. ¿Qué es lo que Velazco ya nos había dicho? Que “el
microcrédito frena el desarrollo productivo”.
¿Y qué fue lo que confirmó esta
tesis, dando pie a que Velazco se regocije por su acierto? ¿Cuál es la nueva
evidencia que apareció y que prueba que el microcrédito, en efecto, frena el
desarrollo productivo? Pues, hasta donde sabemos', ninguna. Las cosas siguen
más o menos igual que antes. No ha pasado nada en particular.
¿Por qué Velazco se gratifica,
entonces? Pues porque un conferencista extranjero, Milford Bateman, que hace
algunas semanas llegó al país invitado por la Vicepresidencia, coincidió con
él'
Lo que despierta un par de
interrogantes, ciertamente: ¿Cree acaso Velazco que Bateman es infalible?
Entonces, ¿por qué confía tanto en él? Vaya uno a saber. Lo más probable es
que, como siempre, lo haga porque el conferencista defiende sus mismas ideas.
Solemos pensar así, circularmente. Le damos la razón a quienes opinan que
tenemos la razón.
El pensamiento circular es, claro
está, un vicio. No basta que en el mundo exista un Bateman para que Velazco
esté en lo cierto. El argumentum ad verecundiam se clasifica entre las falacias
lógicas.
Lo único que cabe, entonces, es
analizar y criticar los argumentos en juego, aunque el artículo –cuya clave de
bóveda es, ya lo hemos dicho, el argumento de autoridad– no los mencione más
que de pasada.
Primero refutemos los argumentos
de Bateman, según los expone Velazco: “El microcrédito, en todo el mundo –dice
éste–, no cumplió ninguna de las promesas con las que los organismos
internacionales lo promocionaron: no redujo la pobreza, no creó empleo, el
ingreso de los pobres e ‘informales’ se redujo y no así su endeudamiento, y no
logró empoderar a las mujeres”.
No sé lo que pasará “en todo el
mundo”, pero sí que en Bolivia estas afirmaciones son falsas. Existen
abundantes evidencias –estadísticas y de otro tipo– que indican que en nuestro
país el microcrédito redujo la pobreza, creó empleo, aumentó los ingresos de
muchos trabajadores informales y empoderó a las mujeres. Remito al lector a la
amplia bibliografía que existe sobre el tema.
Aquí pondré sólo un ejemplo: En
1985, cuando las microfinanzas nacieron, el sector informal era exiguo, por no
decir inexistente. Ahora, en cambio, ocupa el 70% de la fuerza laboral. ¿Qué
significa esto? Que todos los (sub)empleos, todos los (sub)ingresos y todas las
oportunidades de trabajo para la mujeres que existen ahora, aunque no hubieran
sido causados directamente por los microcréditos, sin duda tienen que ver con
ellos. O, dicho de otra forma: sin ellos hubieran sido empleos, ingresos y
oportunidades imposibles.
Puede afirmarse, como hace
Velazco, que una alternativa mucho mejor sería que estas personas contaran con
trabajos estables y cubiertas por toda clase de seguros, en cuyo caso no
necesitarían de microcréditos. Y yo se lo concedo: sería genial haber alcanzado
el desarrollo y entonces poder prescindir de las microfinanzas. Pero me
pregunto si ésta es una alternativa real u otra falacia intelectual. Si se
trata de soñar, podemos soñar tanto como queramos en un superpoderoso Estado
del bienestar; pero si se trata de vivir' Es justamente en la vida real donde
el microcrédito se gana sus méritos.
Refutemos ahora el argumento más
sofisticado y sofístico del artículo que estamos criticando: Dice Velasco que
por sus características (tamaño, plazo y costo) el microcrédito sólo sirve para
financiar el comercio ilegal y por esto “promueve una competencia desleal” a la
industria nacional. Por tanto, para industrializar habría que eliminar el
microcrédito. (Una vez más observamos que nuestro autor razona a plan de
silogismos).
Unos cuantos datos bastan para
arruinar tanto aristotelismo: a) El microcrédito no sólo sirve al contrabando:
un tercio se destina a la artesanía, la pequeña industria y la agricultura; b)
en los últimos años, las tasas han caído, los plazos se han alargado, etc., lo
que hace posible que los microcréditos financien actividades legales, tanto
comerciales como productivas; c) el microcrédito de consumo es fundamental para
mantener en funcionamiento el mercado interno, y d) la desindustrialización del
país y el contrabando se deben a causas mucho más profundas que a la existencia
o inexistencia de una masa de comerciantes poco escrupulosos con dinero en el
bolsillo.
La eliminación del microcrédito,
por tanto, no industrializaría al país; causaría, eso sí, un gran dolor a
millones de personas que se quedarían sin (sub)empleo, a la espera de que los
fantásticos empleos industriales que imagina Velazco se materialicen.
ANÁLISIS
IDEA PRINCIPAL: El Microcrédito
IDEA SECUNDARIA: Las microfinanzas en Bolivia
ESTILO: El estilo que utiliza el
autor, es referida a las opiniones vertidas por el señor Velasco sobre el
surgimiento de las microfinanzas y del microcrédito en Bolivia, para lo cual
utiliza sucesos verídicos y hechos reales sobre el tema, utilizando un estilo
ameno veraz a través de preguntas e interrogantes.
ARGUMENTOS:
·
El microcrédito frena el desarrollo productivo.
·
El microcrédito, en todo el mundo –dice éste–, no
cumplió ninguna de las promesas con las que los organismos internacionales lo
promocionaron: no redujo la pobreza, no creó empleo, el ingreso de los pobres e
‘informales’ se redujo y no así su endeudamiento, y no logró empoderar a las
mujeres”.
·
En 1985, cuando las microfinanzas nacieron, el
sector informal era exiguo, por no decir inexistente. Y ahora, en cambio, ocupa
el 70% de la fuerza laboral.
·
El microcrédito de consumo es fundamental para
mantener en funcionamiento el mercado interno.
·
La desindustrialización del país y el contrabando
se deben a causas mucho más profundas que a la existencia o inexistencia de una
masa de comerciantes poco escrupulosos con dinero en el bolsillo.
El cambio
Pachamama en año nuevo
Opinión
Antes de la colonización europea, desde hace miles
de años, las abuelas y abuelos de nuestras culturas andino amazónicas y
chaqueñas celebraban y hoy celebran aún cada 21 de junio el año nuevo propio.
Por Amalia Mamani Huallco
Era muy normal celebrar la fiesta
de San Juan en nuestro país con los elementos de una festividad foránea, con la
quema de fogatas en las calles de los domicilios contaminando el ambiente,
jugando con chispas y juegos pirotécnicos, además de comer todo tipo de
embutidos, hot dogs (salchichas), alcohol y bebidas, obviando el verdadero
significado de nuestra identidad.
Ya que el origen de la festividad
de San Juan es pagana y se remonta al siglo XVI en Europa, con mucha
superstición del Viejo Mundo. Donde el solsticio de verano estaba establecido
del 21 al 22 de junio y el de invierno del 21 al 22 de diciembre.
Ambas fechas se aproximan a dos
celebraciones católicas: el día de San Juan (24 de junio) y el nacimiento de
Jesús, Navidad (25 de diciembre).
Pero antes de la colonización
europea, desde hace miles de años, las abuelas y abuelos de nuestras culturas
andino amazónicas y chaqueñas celebraban y hoy celebran aún cada 21 de junio el
AÑO NUEVO PROPIO, con el solsticio de invierno, y con el inicio de un nuevo ciclo
agrícola (nueva época de siembra) en reciprocidad con la Madre Tierra.
Entonces, el Estado Plurinacional
ha iniciado el proceso de descolonización y despatriarcalización del calendario
propio, revalorizando nuestras prácticas culturales y sitios sagrados ‘wakas’,
celebrando el inicio de un nuevo año, donde debemos descargar todas las malas
energías y pedir a la Pachamama que nos llene de nuevas energías para continuar
en este proceso de cambio que ha emprendido el Estado Plurinacional.
“Madre tierra, Pachamama: en este
nuevo año, deseo que el mundo tome conciencia de que el capitalismo salvaje
está destruyendo el medio ambiente.
Que los países encuentren el
camino de la convivencia en Río+20 proponiendo estrategias de solución a las
crisis de la contaminación ambiental, la pobreza y la crisis financiera.
Que los países desarrollados no
lucren más a costa de la mercantilización de los recursos naturales (materia
prima) con su propuesta de ‘economía verde’ en desmedro de los productores de
nuestras comunidades.
Que exista una buena producción
agrícola en todas las comunidades del país, que garantice la comercialización
de productos y garantice el sustento de los hermanos indígena originario
campesinos.
Que el Estado Plurinacional de
Bolivia fortalezca este proceso de descolonización y despatriarcalización, no
como un ideario o simple retorno al Tawantinsuyo, sino como tarea de cada
revolucionario en el cambio de mentalidad, en la forma de actuar, forma de ver
las cosas, quitarse prejuicios de superioridad e inferioridad.
Que las ministras y ministros del
Estado sean capaces de traducirlos en políticas públicas que solucionen la
mortalidad infantil, la pobreza de nuestras comunidades, el desempleo de las
mujeres y hombres, etc.
Que tanto mujeres, hombres como
las hijas e hijos luchemos por una sociedad donde todos seamos iguales,
merecedores de atención por parte del Estado, sin distinción para conseguir el
Vivir Bien en armonía con la naturaleza.
Deseo que los abuelos guíen los
pasos de todos los bolivianos, desde el Presidente hasta cada ciudadano
boliviano y cada ciudadana boliviana.
ANÁLISIS
IDEA PRINCIPAL: El Año Nuevo Propio (Aymara)
IDEA SECUNDARIA: El Capitalismo Salvaje y Medio Ambiente
ESTILO: El estilo que presenta
esta columnista es peculiar e identifica al autor porque a través de este,
expresa sus deseos, soluciones, propuestas y opiniones sobre el actual
capitalismo que está viviendo el país con su gobierno. Utiliza un lenguaje
fluido y clásico donde a todos los elementos los menciona con sus nombres
peculiares.
ARGUMENTOS:
·
Desde antes de la colonización Europea, nuestras
culturas van celebrando el Año Nuevo Propio cada 21 de junio.
·
El solsticio de verano estaba establecido del 21 al
22 de junio y el de invierno del 21 al 22 de diciembre. Ambas fechas se
aproximan a dos celebraciones católicas: el día de San Juan (24 de junio) y el
nacimiento de Jesús, Navidad (25 de diciembre).
·
Con el solsticio de invierno, y el inicio de un
nuevo ciclo agrícola, se realiza el acto de reciprocidad con la Madre Tierra,
mejor conocida como la Pachamama.
·
El Estado Plurinacional, consideró celebrar y
revalorizar nuestra prácticas culturales como se debe, donde cada uno debe
descargar sus malas energías, para que la Pachamama nos llene de buenas energías
en el transcurso del año.
La Prensa
El Estado en calzones?
Por Puka Reyesvilla - Columnista
¿Hasta dónde puede un Estado
moderno ocuparse directamente de la producción? Utilizo el término
“producción”, más allá de su aplicación al extractivismo, que es un estadio
primario de la misma. Por producción, entendemos “transformación”, “valor
agregado”, “innovación”.
No estoy en contra de que el
Estado se involucre directamente en un proyecto siderúrgico, por ejemplo,
seguramente en asociación con inversores privados. En tal caso, y en otros
parecidos, lo que más bien hay que evitar es que los capitalistas (empresas
transnacionales, en su mayoría) se conviertan en un superestado; y creo que el
país se ha curado en salud de aquello.
Asegurado el dominio sobre los
considerados “recursos estratégicos” —que justamente por tal calidad no son más
que un modesto puñado aunque de gran importancia— el papel que le toca cumplir
al Estado es el de crear las condiciones para que el resto de los agentes
económicos —prácticamente toda persona de carne y hueso— desarrolle sus
emprendimientos de acuerdo a sus capacidades; ocurre generalmente lo contrario:
el Estado es el principal obstaculizador de la iniciativa y actividad privada.
Una digresión, a manera de
matizar: se considera, con cada vez mayor insistencia, que los únicos recursos
estratégicos son el humano y el conocimiento.
Por lo demás, el Estado hará bien
en intervenir ante las distorsiones del mercado, en redistribuir justamente el
excedente y en actuar bajo el criterio de subsidiariedad allá donde el capital
comercial no encuentre atractivo de negocio —no pueda lucrar—. ¡Pero que el
Estado se ponga a producir calzones!...
No sería la primera vez. La
anterior fue un fiasco mayúsculo. En tiempos de la dictadura, una fábrica de
prendas de ropa interior fue adquirida por el Estado. Se supuso que el “mercado
cautivo” (endogámico, más bien) para la ocurrencia eran las FFAA: millones de
calzones por año a ser comprados para los soldaditos. ¿La actual “lencería” de
la soldadesca es de la marca “BVD”? No, ¿no ve?.
Entonces, ¿Cuál el sentido de
meterse, como Estado, a empresario del papel —negociado mediante, a más de no
ser un rubro muy respetuoso de la Pachamama— del cartón… y ahora de las prendas
de vestir? Huele a calzón sucio.
ANÁLISIS
IDEA PRINCIPAL: La Producción en base a un proyecto
siderúrgico
IDEA SECUNDARIA: Incentivar la
creación de nuevas empresas estatales y apoyar a las empresas privadas
ESTILO: El columnista no presenta
una investigación seria, toma datos que no se encuentran bien desarrollados.
ARGUMENTOS:
·
Debemos evitar que los capitalistas (empresas
transnacionales, en su mayoría) se conviertan en un superestado.
·
Incentivar a que todas las personas de carne y
hueso, desarrollen sus emprendimientos de acuerdo a sus capacidades y las
apliquen en el surgimiento y desarrollo del país, tomando en cuenta que el
Estado es el principal obstaculizador de la iniciativa y actividad privada.
·
El Estado hará bien en intervenir ante las
distorsiones del mercado, en redistribuir justamente el excedente y en actuar
bajo el criterio de subsidiariedad allá donde el capital comercial no encuentre
atractivo de negocio.