¿Economía
verde?
Mientras no se encuentre una vía
real para dialogar entre todos, no podremos convenir una solución
La Razón / Humberto Gómez
00:55 / 19 de junio de 2012
El tema más importante en la
Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente Río+20 es la
transición de nuestra sociedad hacia la denominada “economía verde”. El
Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) considera que una
economía verde debe mejorar el bienestar del ser humano y la equidad social, a
la vez que reduce significativamente los riesgos ambientales. Al mismo tiempo,
sería aquella economía que “tiene bajas emisiones de carbono, utiliza los
recursos de forma eficiente y es socialmente incluyente”. Esta propuesta
impulsada por varios países, la cooperación internacional y varias
organizaciones, es vista por muchos como la salvación para la deteriorada
situación ambiental en la que nos encontramos. En la última década se han
acelerado la crisis del clima, de la diversidad biológica, del combustible,
alimentaria, del agua y, finalmente, del conjunto de la economía global.
La premisa básica para defender
la economía verde se sustenta en que la errónea asignación del capital a la
economía marrón (propiedades, combustibles fósiles y activos financieros
estructurados) es el elemento central de estas crisis. ¿Enverdecer la economía
es la solución? Existe una serie de factores fundamentales y profundos que
evitan que ese enfoque sea la solución a nuestros problemas ambientales. El
concepto de “economía verde” no sustituye al de “desarrollo sostenible”, y hay
muchas más dimensiones en el desarrollo sostenible que la asignación del
capital. Un punto clave tiene que ver con la distribución de la riqueza y la
equidad: ¿dónde está la garantía de que a través de una economía verde se
abordarán de manera sustancial problemas como la marginación social o la concentración
de riqueza en unos cuantos? Resulta difícil creer que la transición hacia esta
nueva propuesta podría lograrse cuando los que hoy manejan la economía marrón
mañana manejarán la economía verde, y cuando el 2% de la población mundial
concentra más de la mitad de riqueza global.
Un segundo factor limitante tiene
que ver con la pluralidad de puntos de vista sobre cómo abordar los problemas
de desarrollo y los problemas ambientales. En la Conferencia, los Estados
actúan y negocian por un lado, las organizaciones de cooperación y ONG actúan
por otro, y los movimientos sociales y pueblos indígenas por otro. No se
juntan, no dialogan, no tratan de entenderse, no buscan en la pluralidad de
opiniones las soluciones para problemas comunes. El problema de la inequidad en
este contexto es también evidente. Mientras no encontremos la vía real, no
burocrática, para dialogar entre todos, no podremos convenir una solución, que
tomando en cuenta los límites naturales que la Naturaleza nos impone nos
permita desarrollarnos plenamente en armonía para vivir bien.
TEMÁTICA:
La temática considerada en esta
columna abarca el tema del medio ambiente y las posibles soluciones que este
podría dar al país si se la abarca una “economía verde”, donde los riesgos
ambientales que sufre cada país sea minucioso y poco dificultoso.
La categoría “mestizo” a polémica
Página 7- 18/06/2012
La realización del censo nacional
de población y vivienda es importante para ayudar a planificar el desarrollo
nacional. La información que se obtenga de ese trabajo, previsto para fines de
este año, será de alta importancia. Y los asuntos que investigará el censo son
innumerables.
Un tema, sin embargo, destaca por
su mayor carácter informativo: la falta de opción “mestizo” en la pregunta
sobre pertenencia étnica.
La pregunta al respecto que se
incluye en este censo será la misma que se incorporó en 2001, bajo el Gobierno
de Jorge Quiroga. La pregunta dice: ¿Se considera perteneciente a alguno de los
siguientes pueblos originarios o indígenas? Obviamente que en ese contexto no
se puede incluir la opción “mestizo” porque no corresponde a un “pueblo
indígena”.
Pero pudo haberse añadido una
pregunta adicional, que pregunte si la persona se siente o no mestiza,
independientemente de si es parte de un pueblo indígena. La fotografía obtenida
hubiera sido más completa.
Al no hacerlo, el INE no recoge
el debate sucedido al respecto en el país en los últimos años.
TEMÁTICA:
En esta columna la temática no es
muy abarcada, sin embargo el tema que sobresale en su contenido es la
pertenencia étnica mestiza, que muchas veces no es considerada como un color de
piel importante ni perteneciente a ningún pueblo indígena.
El mundo al revés: la minoría manda
Opinión EL CAMBIO
Por Joaquín Aima
Alguien sabe ¿Cuántos escaños
tienen la oposición? Son minoría en ambas Cámaras. Sin embargo, sus voceros
aparecen cada día en todos los medios gráficos y electrónicos. Aparecen en suma
desproporcionada al oficialismo.
Es tan evidente aquella asimetría
que en varias oportunidades, el Presidente ha denunciado que los medios se han
convertido en oposición.
¿Significa alguna cosa para los
medios que la mayoría de los bolivianos y bolivianas hayan votado por Evo
Morales? Parece que no mucho.
Cada día titulan: “La oposición
piensa que…”, “la oposición está en contra de…”, “a la oposición no le parece
que…”, y así se la pasan haciendo de voceros de una oposición microscópica y
sin ideas.
Pero en esa actitud de exaltación
de las minorías hay un mensaje escondido (aunque no tanto): el desprecio por
las mayorías.
Nada significa para los medios
que este Gobierno haya obtenido el 64% de los votos del país. Tampoco
significan nada las entregas de carreteras, escuelas, hospitales, ítems para
salud, educación, reducción de la pobreza o que como nunca en su vida, de
pedigüeña, Bolivia haya obtenido superávit como jamás en su historia. “Eso no
es nada”, dicen. “Las hordas del MAS”, como declaró públicamente una
antiquísima dirigente del magisterio, qué idea pueden tener de gobierno.
A la izquierda ‘ilustrada’ y a la
derecha atomizada les tiene sin cuidado lo que piensen las mayorías. Pero hay
que decirlo, así les pese: La oposición no existe. Lo que existe es una
oposición virtual. Lo que existen son los medios, la oposición no tiene
voceros, tiene periodistas audaces que te hacen una pregunta y cuando estás
empezando a responder te hacen tres más y si reclamas te va peor. Es su manera
de hacer política, de hacer ideología.
En el primer editorial del
Semanario Aquí, el alma transparente de Luis Espinal, se escribió: “Nosotros no
somos un medio independiente, nosotros tomamos partido a favor del pueblo…”.
Así era Luis, frontal y verdadero, por eso lo expulsaron de radio Fides, por
eso lo mataron.
Lo que no dijo Luis es que la
independencia, la objetividad no existen: lo que existe es el poder y que como
decía Foucault: “la verdad es un producto del poder”. Los poderosos crean,
inventan la verdad.
El periódico El Deber de Santa
Cruz titula: “Ahmadineyad visita Bolivia por tercera vez en medio de críticas
de oposición”. Y tenemos que volver a preguntarnos; “¿disculpe, de cual
oposición está hablando señor?”.
Si está hablando de la oposición
en Bolivia, aquella oposición que pretendió dividir el país, que contrató a
mercenarios nacionales y extranjeros, que torturó y asesinó a campesinos
desarmados; quisiera recordarle que, por esa oposición a la que usted cita, el
pueblo boliviano no votó y no volverá a votar por muchos años.
TEMÁTICA:
La temática en esta columna habla
sobre la oposición virtual, que es inventada por los medios de comunicación para
expresar sus ideas y opiniones respaldados de voces mayoristas y minoristas que
solo existen en su cabeza. Habla específicamente sobre la política que utilizan
los periodistas para referirse al gobierno y a lo que este hace, respaldándose
siempre en sus titulares y en el contenido de estos a través de una supuesta
oposición virtual que hace que la gente caiga en esa ideología.
Empleo juvenil
LA
PRENSA
Por Eróstegui T Rodolfo - Columnista -
19/06/2012
La
Organización Internacional del Trabajo (OIT), como todos los años, en la
actualidad, sesiona con los representantes de los estados miembros (ministerios
de trabajo), las organizaciones sindicales y la de empleadores. Este evento
también es conocido como la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT). En
este ámbito se acuerdan las normas internacionales del trabajo, así como las
recomendaciones.
Cada
año se discuten varios temas. Ahora, entre otros, se está tocando el del empleo
juvenil. En el informe que preparan los especialistas de la OIT para ser aprobado
por los trabajadores, empleadores y ministerios se dice que “en el mundo se
corre el riesgo de perder una generación si no se enfrenta con urgencia la
crisis de empleo juvenil, a menos que se emprendan medidas inmediatas y
enérgicas”.
El
documento, emitido por esta organización, destaca las cifras alarmantes de la
crisis: 75 millones de jóvenes están desempleados, cuatro millones más que en
2007. Seis millones de ellos han abandonado por completo la búsqueda de
trabajo. De aquellos que trabajan, más de 200 millones ganan menos de dos
dólares al día.
Bolivia
no es ajena a estas percepciones y a las transformaciones que se van
experimentando en el mundo. La globalización de los mercados, la
telecomunicación, la informatización, el cambio tecnológico, la importancia en
el mundo del trabajo que se da al conocimiento, las relaciones y conflictos
entre culturas son los que dan sustento a dichas transformaciones. El espacio en el que
impacta con mayor fuerza todo el conjunto de modificaciones es el mercado de
trabajo. Las relaciones laborales (jurídicas, técnicas y económicas) se
modifican; los contenidos, funciones del trabajo son diferentes a los que se
tenían en nuestro inmediato pasado. Así también cambian las profesiones y
aspiraciones de los trabajadores.
Se
ha podido establecer que el primer trabajo es el que determina la trayectoria
laboral posterior de las personas. Desde el inicio de la era moderna, nos dice
el especialista en empleo juvenil JürgenWeller, la inserción laboral de los
jóvenes es el elemento clave para pasar a la vida adulta, dado que los ingresos
propios generan la base material para disminuir y luego eliminar la dependencia
económica respecto de los padres y establecer un hogar propio. Por ello, se
puede señalar que el trabajo es un eje de la integración social, fuente de
sentido para la vida personal, espacio para la participación ciudadana y motor
del progreso material. Desde esa perspectiva, se considera que el Estado
debería desarrollar políticas para una adecuada inserción laboral de los
jóvenes.
En
general, las políticas de empleo tienden a apoyar a los jóvenes en su primera
incursión al mercado de trabajo: En Bolivia, Perú, Chile, Argentina, se
implementan políticas tendentes a mejorar la búsqueda de empleo. A estas
acciones del Estado se las denomina, genéricamente, como políticas de inserción
laboral.
La
inserción laboral no es otra cosa que el acompañamiento que se otorga a las
personas que están en situación de exclusión social para que se incorporen
positivamente al mercado laboral. Por ello, las políticas de inserción laboral
generalmente buscan encontrar salidas al problema de la exclusión social y la
pobreza. Se pretende que una vez logrado un empleo que les garantice ingresos,
las personas podrán afrontar de mejor manera la exclusión social.
Ahora
bien, las políticas públicas, independientemente de la ideología del Gobierno,
tienen como objetivo la incorporación del mayor número de personas que están en
el mercado de trabajo. De esta manera, debemos señalar que se tiene que luchar
contra el trabajo precario.
TEMÁTICA:
Esta
columna abarca una temática referida a las normas internacionales que abarca la
ley del Trabajo, optando específicamente en este caso sobre el “empleo
juvenil”. Ante este aspecto se fueron sacando las conclusiones de que a causa
de la globalización y el incremento de tecnología, el empleo juvenil en los
últimos años ha ido disminuyendo minuciosamente hasta el 2011, trayendo consigo
el abandono de jóvenes dentro el mercado laboral. Para muchos jóvenes que están
con la meta de independizarse, este problema dificulta su visión de surgir y
crecer en la vida, para luego así salir de la exclusión social.
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