IRREGULARIDADES EN PAPELBOL
El Secretario
General de la Gobernación,Asterio Romero,
explicó que la retardación en el funcionamiento de la fábrica de papel (Papelbol)
se debe a irregularidades en el proceso de licitación y contratación de la
empresa proveedora de equipos y maquinarias y el terreno para la
infraestructura en la localidad de Villa Tunari, en el departamento de
Cochabamba.
La viceministra
anticorrupción, Gabriela Veizaga denunció, en julio de 2010, las
irregularidades en la instalación de la industria estatal y recién en
septiembre de 2011 el caso fue reasignado a la fiscal Montoya. El ex
viceministro de Empresa, Eduardo Peinado y Antonio Camberos, ex gerente de Papelbol,
fueron imputados y se encuentran con detención domiciliaria acusados de los
delitos de incumplimiento de contrato, enriquecimiento ilícito, incumplimiento
de deberes y otros.
Por su parte, la
fiscal anticorrupción, Edna Montoya, negó existirdetención en las
investigaciones respecto a la instalación de la planta industrial de Papelbol
en la población cochabambina de Villa Tunari. La representante del Ministerio
Público afirmó que en los ocho meses que está a su cargo este caso se han
tomado las declaraciones a los principales implicados y se ha realizado la
inspección ocular al espacio donde debería funcionar esta fábrica, según ANF.
Hace algunos meses,
cuando se difundió un informe de la Fundación Milenio titulado: “El estado de
las empresas del Estado” en el que se analizaban las diferencias entre las
expectativas con que se fundaron las empresas estatales y los resultados
obtenidos, las autoridades gubernamentales reaccionaron de manera violenta para
descalificar el estudio y llegaron al extremo de amenazar con juicios por
“falsedad” a sus autores.
El 23 de diciembre
de 2010, a través de un memorial la gerente General del Servicio de Desarrollo
de las Empresas Públicas Productivas, Patricia Ballivián, abrió querella contra
el ex viceministro de Mediana, Gran Empresa e Industria, Eduardo Peinado
Rivero, porque permitió que la empresa brasileña D’Andrea Agrimport Importacao
e Comercio se beneficie con $us13.571.010, pese al incumplimiento del objeto
del contrato.
Según la denuncia,
el Estado dispuso una inversión de Bs162 millones para el equipamiento de la
fábrica y que derivó en la contratación directa de la factoría brasileña,
representada por Roberto Falascina.
Muy pocos meses han
sido suficientes para que la verdad se imponga por su propio peso y ya se sabe
que Papelbol no es nada más que una estafa que le costó al erario nacional más
de 160 millones de bolivianos.
Que ésa y no otra
es la realidad, ya se sabía. Es más, desde que el proyecto fue hecho público,
hace más de cinco años, y antes de que se erogue un solo centavo en él, se
hicieron muchas advertencias sobre la enorme magnitud del engaño que ya se veía
venir.
Ahora que ya no hay
lugar a dudas sobre el caso Papelbol, sólo cabe esperar que los autores de la
estafa, sus cómplices y encubridores, sean debidamente identificados y
sancionados. Y, lo que es más importante, que todos los casos similares, que no
son pocos, dejen de ser encubiertos.
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