miércoles, 30 de mayo de 2012

REDES SOCIALES


EDITORIAL
LAS REDES SOCIALES UNA NUEVA FORMA DE POLÍTICA PARA BOLIVIA
Legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS) analizan normar el uso de las redes sociales para evitar que algunas personas difundan mensajes racistas y discriminadores en contra del presidente Evo Morales. Ante esta determinación, Legisladores de la oposición descartaron la posibilidad de normar mediante una Ley el contenido de las redes sociales en Internet, pues consideran que sería atentar contra la libertad de expresión de los ciudadanos que hacen uso principalmente de las redes sociales Facebook y el Twitter.
En medio de este planteamiento, analistas consultados creen que la intención del Gobierno es victimizar al mandatario para desviar la atención de los complejos conflictos en el país, sin embargo, el diputado masista Galo Bonifaz, afirmó que el oficialismo en el congreso no descarta la posibilidad de crear una norma o incorporar algún artículo en la ley antirracismo para impedir ataques racistas “indiscriminados”, que calificó como falta de respeto.
El pasado fin de semana, durante un acto con movimientos sociales, Evo Morales criticó los ataques racistas  de ciudadanos contra su persona en las redes sociales, especialmente el Facebook, donde insultan a los indígenas de burros, animales e ignorantes, según el mandatario.
Sin ser Bolivia la excepción, algunos estudios de monitoreo muestran que redes sociales como Twitter y Facebook se han convertido en sólidos y a veces irónicos, espacios de posicionamiento político. Se sabe además que dichas plataformas expresan hoy un claro predominio de activistas y voces opositoras al Gobierno, cuestionando todo lo vinculado con el proceso de cambio.
Ha causado mucho revuelo la idea de aplicar controles a las redes sociales, al constatarse que sitios como el Facebook o Twitter, son usados para insultar o publicar contenidos racistas. Justo ayer se conoció de una sanción judicial a una joven tuitera brasileña que usaba su cuenta para difundir ideas hostiles.Esa es una prueba de que es posible normar sin censurar ni violentar la libertad de expresión, como se intenta hacer en Bolivia. Este tipo de reacciones no son privativas del régimen político boliviano.
Que la debilitada/dispersa oposición boliviana impulse campañas y mensajes virtuales en contra de Evo y los suyos no debería llamar la atención. Lo propio ocurre todos los días, con sincronía, en la mayoría de los “medios de referencia” (en especial diarios y redes de televisión). Parece claro que, pese a la propaganda y sus medios oficiales, el Gobierno lleva la peor parte en las arenas de la mediatización.
En tal escenario, resultailógico plantear el control de los contenidos en las redes sociales. Primero porque es técnicamente imposible; segundo porque resulta democráticamente deplorable; y tercero porque es claramente inútil. Ya suficiente disputa existe con los operadores mediáticos y sus asociaciones como para intentar una fallida “vigilancia” de feisbuquer@s y twitters.
Pero habremos de convenir, libres de ingenuidad, utilizar las redes y otras plataformas interactivas para hacer activismo político y otra, muy distinta, es aprovechar el espacio virtual, muchas veces desde el anonimato, para la difusión sistemática de agresiones racistas y discriminatorias. Con racismo, bien se sabe, no hay democracia. Por más que se encubra de libertad de expresión.

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