domingo, 20 de mayo de 2012

ACUERDO PERO NO SOLUCIÓN


EDITORIAL
ACUERDO PERO NO SOLUCIÓN
La Cumbre de Salud, propuesta por el presidente de la nación, no será la solución. Pero apaciguara los  problemas y enfrentamientos. El Gobierno y la Comisión Nacional de Salud firmaron un acuerdo, en el  cual ponen fin a la huelga  del sector salud que duró 53 días en contra del Decreto Supremo 1126, que subió la jornada laboral de seis a ocho horas de trabajo. La aplicación queda en suspenso y como resultado, se reanudará y normalizará la atención de todos los servicios en los hospitales públicos.
El conflicto estalló luego que el Ministerio de salud impuso la reglamentación a través de la Resolución ministerial 0250 que señala aprobar el reglamento específico de la jornada laboral a tiempo completo continuas o discontinuas, de ocho horas diarias con presencia física equivalente a 40 horas semanales y 120 horas mensuales;  la jornada de medio tiempo, de cuatro horas diarias con presencia física de equivalente a 20 horas semanales y 80 mensuales. Se coteja que el problema fundamental dentro de este ámbito y por el cual los médicos aún no aceptan ni acatan la ley de las ocho horas de trabajo,  es la falta de infraestructura, equipamiento y medicamentos dentro de los Hospitales, ya que en su mayoría estos carecen de los mismos y no cuentan ni con recursos ni apoyo del gobierno para conseguirlos.
La cumbre de salud discutirá la carga horaria que deberán cumplir diariamente los médicos y sanitaristas en el futuro junto al modelo de salud pública que se fijará en Bolivia, ya que el objetivo de diseñar otro sistema de salud pública, es parte de los acuerdos logrados entre el gobierno, la COB y la Confederación de Trabajadores en Salud. En ese encuentro sanitario, que tendrá lugar en julio próximo, también se debatirán temas vinculados a infraestructura, servicios en el área rural y convivencia entre un sistema de salud pública con los usos y conocimientos de los pueblos indígenas. 

Los acuerdos suscritos con el sector salud, luego de varios intentos y arduas negociaciones durante los casi cinco meses de conflicto, tanto con los trabajadores en salud como con los médicos, también establece que el Gobierno dejará sin efecto las demandas judiciales contra médicos y universitarios que causaron disturbios en las últimas semanas, así como los despidos y en cuanto a los descuentos por los días de paro, establece una fórmula por el que no se les descontará el total de los días no trabajados.
Las soluciones a los conflictos en el país, si es que pueden ser llamadas tales, están ingresando a un plano donde la racionalidad parece que ha sido superada por la improvisación y la falta de sentido común de los sectores enfrentados en conflicto, que siempre generan perjuicio para la población. No se toma en cuenta casi nunca el análisis compartido de las medidas que pretende implementar el Gobierno, en este caso el Ministerio de Salud, con los sectores afectados y el procedimiento negociador siempre está caracterizado por empezar por donde no se puede apreciar soluciones, algo así como al revés, fuera de toda lógica.

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