martes, 25 de septiembre de 2012

ENSAYO: "LA RAZA CÓSMICA"



ENSAYO:
“LA RAZA CÓSMICA”
Misión de la Raza Iberoamericana

La doctrina política actual reconoce la legitimidad de los mestizajes y con ello sienta las bases de una fusión interracial reconocida por el Derecho. Queda, sin embargo, por investigar si la mezcla ilimitada e inevitable es un hecho ventajoso para el incremento de la cultura o si, al contrario, ha de producir decadencias, que ahora ya no sólo serían nacionales, sino mundiales, tomando en cuenta que no existe análisis sobre la Historia prehispánica, sino un análisis a través de la civilización indígena.
Mediante una recopilación de sucesos podemos señalar, que la primera raza establecida fue la egipcia, una raza bastante blanca y relativamente homogénea, sin embargo, tras guerras y conquistas esta se fue debilitando por interrupciones de la raza negra. Por consiguiente, ya para la época del segundo imperio se forma una raza nueva, mestiza, con caracteres mezclados de blanco y de negro, que es la que produce el segundo imperio, más avanzada y floreciente que el primero.
Por consiguiente y con las invasiones de los bárbaros, al mezclarse con los aborígenes, galos, hispanos, celtas, toscanos, producen las nacionalidades europeas, que han sido la fuente de la cultura moderna hasta nuestros tiempos.
Es entonces fácil suponer que en una determinada región de una masa continua se desarrollaba una raza que después de progresar y decaer era sustituida por otra, y un claro ejemplo se muestra en la raza que hemos convenido en llamar Atlántida que prosperó y decayó en América. Después de un extraordinario florecimiento, tras de cumplir su ciclo, terminó su misión particular, entró en silencio y fue decayendo hasta quedar reducida a los reducidos Imperios azteca e inca, indignos totalmente de la antigua y superior cultura.
Más tarde, en Grecia se funda el desarrollo de la civilización occidental o europea, la civilización blanca, que al expandirse llegó hasta el continente americano para consumar una obra de recivilización y repoblación, lo que reconstituye las cuatro etapas y los cuatro troncos: el negro, el indio, el mogol y el blanco.
En este caso es claro que el predominio del blanco aunque fue importante será también temporal, pero su misión es diferente de la de sus ascendientes; pues su misión es servir de puente. El blanco ha puesto al mundo en situación de que todos los tipos y todas las culturas puedan fundirse. La civilización conquistada por los blancos, organizada por nuestra época, ha puesto las bases materiales y morales para la unión de todos los hombres en una quinta raza universal, fruto de las anteriores y superación de todo lo pasado.
La cultura del blanco es emigradora; y su misión trascendental correspondió a las dos más audaces ramas de la familia europea; a los dos tipos humanos más fuertes y más opuestos: el español y el inglés, quienes desde ese entonces, establecieron la etapa de una constante transformación.
Con esto podemos concluir que entre las razas existentes se encuentran: la blanca, la negra, la amarilla y la roja, sin embargo a consecuencia de las constantes mezclas de las mismas, podemos definir una nueva raza conocida como la raza Cósmica o denominada raza Iberoamericana, la cual está formada por los mestizos latinoamericanos, quienes destacan sobre todo  la pluralidad que debe existir entre cada una de las razas en semejanza con las demás; y las que por ser protagonistas del futuro, su misión primordial se basa en crear un futuro ideal y pacífico.
Esta idea está basada en la integración de una América Latina Contemporánea, donde la raza mestiza en la unidad de América Latina, y no es una simple utopía, sino una necesidad de sobrevivencia. El esfuerzo que esta está haciendo para lograr una interacción social, resulta muchas veces una visión poco maquillada de la civilización Occidental, por tanto la concepción de la nación no debería ser una presión hacia los indígenas, ya que su misión está establecida bajo el principio del anti- indigenismo.
La raza iberoamericana, presenta una ley de tres estados: de lo material o guerrero, intelectual o político  y espiritual o estético. Los tres estados representan un proceso que gradualmente nos va libertando del imperio de la necesidad, y poco a poco va sometiendo la vida entera a las normas superiores del sentimiento y de la fantasía. Es por esta razón que la raza cósmica, abarca su misión hacia el tercer estado de lo espiritual o estético, que es utilizada por esta para construir un futuro utópico de América Latina.
Es por esto que nos sentidos despojados de nuestros orígenes y de un patriotismo exclusivamente nacional. Nos negamos los unos a los otros. La derrota nos ha corrompido a tal punto, que, sin darnos cuenta, ni siquiera se ha podido lograr la unidad nacional de los cinco pueblos centroamericanos. Por falta de patriotismo verdadero es que debemos sacrificar el presente por el  porvenir, que es la puerta a la cultura moderna y civilización latina. Estos caracteres superiores de la cultura y de la naturaleza tendrán que triunfar, pero ese triunfo sólo será firme si se funda en la aceptación voluntaria de la conciencia y en la elección libre de la fantasía.
En conclusión, nuestra civilización, con todos sus defectos, puede ser la elegida para asimilar y convertir a todos los hombres en algo nuevo, considerando que estos adapten los principios y valores de  la misma, con el objetivo de constituir una quinta nueva raza en la que se fundirán todos los pueblos, para remplazar a las cuatro que aisladamente vinieron forjando la Historia; y es por esta misma razón, que naturalmente, la quinta raza no pretenderá excluir a los blancos como no se propone excluir a ninguno de los demás pueblos; sino que precisamente, la norma de su formación  es el aprovechamiento de todas las capacidades para mayor integración de poder,  basándose lo espiritual de las cosas, comparadas a la realidad y entorno.

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