martes, 24 de abril de 2012

BORRADOR DEL EDITORIAL


EL PARO DE LOS MÉDICOS, UN PROBLEMA SIN SOLUCIÓN 

A más de cuatro semanas de la aplicación de huelgas sin reglamentos, los médicos acataron un paro indefinido defendiendo sus derechos, y a consecuencia de la promulgación del D.S. 1126, que determina el acatamiento de las ocho horas de trabajo para el sector salud y para los profesionales que ejercen labores sociales. Ante tal medida, el gobierno y el Ministerio de Salud, implementaron  un plan de contingencia orientado a garantizar la atención médica para la población que consistió en la habilitación de 20 puestos móviles de atención y la incorporación de 1.500 médicos para abarcar las distintas especialidades.
El conflicto estalló luego que el que el Ministerio de salud impuso la reglamentación a través de la Resolución ministerial 0250 que señala aprobar el reglamento específico de la jornada laboral a tiempo completo continuas o discontinuas, de ocho horas diarias con presencia física equivalente a 40 horas semanales y 120 mensuales, y la jornada de medio tiempo, de cuatro horas diarias con presencia física de equivalente a 20 horas semanales y 80 mensuales.
Como resultado de esta reglamentación, los dirigentes le plantearon a la autoridad hacer una pausa en la aplicación de esta norma, y que esta la hagan mediante una resolución ministerial; a cambio de ello ofrecieron levantar las medidas de presión. No obstante el gobierno rechazó el pedido, lo que fue entendido por el sector como que “no hay predisposición para solucionar el problema”. A consecuencia de esta posición, autoridades y Fiscalía deciden presionar al sector salud, para acabar con el paro con medidas penales y con despidos.
Se coteja que el problema fundamental dentro de este ámbito por el cual los médicos aún no aceptan ni acatan la ley de las ocho horas de trabajo,  es la falta de infraestructura, equipamiento y medicamentos dentro de los Hospitales, ya que en su mayoría estos carecen de los mismos y no cuentan ni con recursos ni apoyo del gobierno para conseguirlos. Es por esta razón que el sector salud no se interesa por los despidos, ni por las medidas penales, ya que para despedirlos el gobierno necesita nuevos ítems, y este actualmente no cuenta con los suficientes para contratar a nuevos médicos.
La llegada de los 4.500 médicos becados de Cuba, empeoró aún más los conflictos entre los médicos y el gobierno, ya que la intensión que tiene este es despedir a los médicos que acataron la huelga y contratar con nuevos ítems a los becados de Cuba, los cuales están dispuestos a acatar la ley propuesta en un inicio en su contrato. Sin embargo, ante este propósito se interpone la UMSA, en avalar los trámites de los recién llegados, ya que se presiente que al ser contratados estos no solo perderían trabajo los médicos de Hospitales sino los mismos docentes de la de la Facultad de Medicina de la UMSA quienes actualmente cumplen su labor de doctores en los mismos hospitales que los demás.
El gobierno apunta tomar el poder sobre todos los servicios de salud pública y así conseguir un aliado más; y esto es considerado arbitrario y peligroso, puesto que si llega a conseguir el poder parcial sobre todos los sectores, este no presentara más conflictos ni enfrenamientos, lo que garantizará su triunfo y el logro de todos sus intereses. Se debe tomar en cuenta además que ante cualquier ganancia, ya sea por parte del gobierno o de los médicos, la población es la que sale perdiendo en todo, comenzando con la falta de atención en los centros médicos y terminando con lo perjudicial de sus paros.

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